Soy lo que siempre he sido; en este mundo
relativo mi conciencia se ha desplegado y centralizado formando una eseidad
temporal, que a través de la observación sin juicio se reintegra en lo que Soy.
Nuestra verdadera naturaleza no es posible
alcanzarla dado que siempre somos Eso, pero pensamos que la realización de sí
mismo consiste en algo por conocer, comprender o experimentar. Esta equivocada
manera de concebirla ocurre al recibir permanentes bombardeos por parte de la
sociedad, que en forma continua nos entrega el siguiente mensaje: los problemas
se resuelven con algo que está fuera de uno mismo. Por tanto, no es de extrañar
que se busquen soluciones en medicamentos, en la bebida, en el consumir cosas
en forma exagerada, todo con tal de volver a ser agradables para el entorno. Si
la persona está pasando por una depresión, se aumentan las ansias de buscar, de
depender de servicios exteriores. La recomendación para ellos suele ser: solo podemos solucionar
nuestros problemas siempre que recurramos a alguien para que haga el trabajo
por nosotros, ya sean medicamentos, consejeros, psicólogos, terapeutas, etc.
En observación sin juicio se provoca una vía marcada por un ver las cosas sin pretender explicarlas, dejando que las cosas se muestren a sí mismas.
Mi mirada está relacionada con diluir o eliminar los agregados conceptuales que hemos adherido a la conciencia de ser desde el momento en que por primera vez, cuando niños, comenzamos a formar una auto-imagen, y con provocar que ella trascienda al yo soy esto o aquello. En observación sin juicio se provoca una vía marcada por un ver las cosas sin pretender explicarlas, dejando que las cosas se muestren a sí mismas. Se disuelven las apariencias sobre-impuestas, impulsando el despliegue de la conciencia esencial, al ver las cosas tal como son, al aceptarlas por lo que son y dejar de colgarle conceptos a lo que vemos. Si me apego a las definiciones, entonces veo a las cosas y a las personas de acuerdo a esas definiciones en lugar de verlas tal como ellas son. R.Malak (Resplandor No-dual 2.1)
Hay diversas formas de entender el silencio,
generalmente concebido como ausencia de ruido o ausencia de habla. El silencio
que nos ocupa es el estado que se encuentra más allá del verbalizar y del
pensar, donde no aparece ni siquiera el pensamiento yo. Ese estado es conocido
como el sí mismo...El silencio cobra sentido cuando se
aprecia, libre de todo juicio y dualidad, libre del yo y pleno de si mismo.
Silencio es liberación del ego, desapego del pensamiento y las circunstancias,
vibrante de si mismo. R.Malak
14.14 ML: ¿Se pueden detectar los momentos en que uno no tiene
pensamientos?, ¿es eso posible?
R.Malak: Esos momentos se reconocen como
el silencio, el mismo silencio sagrado se encuentra en la naturaleza tanto en
extensos valles o planicies como en profundas simas o cavidades. Reconocerse en
el silencio no admite diferenciaciones. Se puede comenzar reconociendo el
espacio entre dos pensamientos sin tiempo, en que notamos que hay breves
periodos en los que uno es consciente sin pensamiento, esos instantes suceden
naturalmente, en forma espontánea.
Puedes estar de pronto tan de lleno en
cualquier actividad, estando en pura presenciación, en pleno presente activo,
que el ruido del diálogo mental desaparece y es reemplazado por la observación
sin juicio. Es posible que ocurra al estar mirando al cielo o escuchando a
alguien sin que aparezcan comentarios internos.
Generalmente esta observación pasa
inadvertida, ignorando la importancia que tiene, ya que la mayoría está sumida
en los procesos racionales y en las cosas en las que nos resulta más importante
pensar. Pensar se asoma como la manera
de enfrentar el mundo, a lo cotidiano, a las cosas; pensar es una postura de
fragmentación. Se recogen notas de nuestra experiencia actual y de nuestras
experiencias pasadas, ideas, imágenes y sentimientos, quedando atrapados en la
conciencia centralizada, en la malla de pensamientos. Se comprende esto cuando
se descubre cómo comienza el funcionamiento del ego, su mecanicidad y las
estrategias que usamos para mantenerlo en funcionamiento, cuando quedan en
evidencia la angustia, las incoherencias, todas las ideas destructivas
provocadas por los deseos egoístas que provocan miedo y sufrimiento.
Al quedar en evidencia en el silencio, las
percepciones se vuelven trasparentes, el si mismo se muestra, ya que no está
estorbando el ego que cubría como un velo todo tipo de vivencias. Sin embargo
este puede aparecer para adueñarse del proceso, por eso se requiere en esos
instantes permanecer inmóvil con la certeza de que todo conocimiento que
aparezca es impermanente y transitorio. Como producto de esta proposición, el
sistema nervioso responde con relajo y calma, las tensiones desaparecen, tanto
internas como externas, hay mayor tonicidad en los músculos y órganos y una
sensación de que todo en la vida está bien y en paz.
La separación es sólo una ilusión provocada por el deseo, y el deseo es la necesidad de añadir algo para poder ser uno mismo más plenamente, y provocada por el miedo, el miedo de perder algo y, por tanto, de sentirse reducido y de ser menos de lo que somos.
7.10 ML: ¿Qué puedes explicar en cuanto a la no separación entre Dios y el
hombre?
R.Malak: Hay limitaciones para entender
esta reflexión. Está dentro de cada uno la posibilidad de experimentar la Realidad. Incluso
los estados de éxtasis, o samadhi, muestran que durante ese proceso desaparece
toda sensación de estar separado y distante de la Realidad, así como de las
diferencias entre el Ser y lo externo, sin que la conciencia de sí mismo se
desvanezca.
Esto se da completamente en la observación
sin juicio. Las auténticas tradiciones de desenvolvimiento enseñan, sin grandes
problemas, a entender las consecuencias de cuanto sucede y la aplicación
práctica y metódica de todo ello. No podemos dejar de reconocer las
limitaciones de la conciencia centralizada para percibir los estados entre lo
cotidiano y lo espiritual. Generalmente, la persona se niega a percibir al
Todo, al Ser puro del cual forman parte ella y todo lo que existe. La
separación es sólo una ilusión provocada por el deseo, y el deseo es la
necesidad de añadir algo para poder ser uno mismo más plenamente, y provocada
por el miedo, el miedo de perder algo y, por tanto, de sentirse reducido y de
ser menos de lo que somos.
Lo básico es que no soy el cuerpo y si pienso que me
muevo en el mundo y que todo se realiza por mi voluntad, no estoy comprendiendo
lo que sucede. Es la fuerza de la vida la que hace mover la mente generando
pensamientos y palabras. R.Malak
12.1 ML: Hay muchos mitos, fantasías y supersticiones en torno a lo que se
entiende por persona realizada. ¿Cómo es el realizado?
R.Malak: El realizado no existe realmente,
todos aquellos que proclaman su propia grandeza y singularidad no están
realizados, sino que están tomando equivocadamente algún desarrollo inusual por
realización. A pesar de lo que digo hay algunas personas que no son comunes,
que hablan de la verdad por haberla
experimentado y le dan su toque personal. No hay ninguna marca distintiva para
reconocerlos, sólo el error puede ser reconocido; tampoco ellos pretenden ser
algo especial. No se toman por la mente, ni por el cuerpo que los cobija, ni se
muestran necesariamente partidarios de alguna corriente religiosa, a pesar de
ser comprensivos y tolerantes con esas ideas, pero en cuanto a necesidad, no
está dentro de sus aspiraciones decir de Dios ni del conocimiento. Su
conciencia misma es Indescriptible, se muestra llena de su propio
comportamiento y la expresión física que resulta de su eseidad expande
sabiduría.
No muestran ninguna tendencia a
proclamarse a sí mismos como que están en la realización. Se consideran a sí
mismos perfectamente normales, fieles a su naturaleza real. El que camina por
esta senda refleja un comportamiento que es coherente con su comprensión,
firmemente enraizado en el sí mismo y no en la eseidad egoica. A pesar de que
su expresión corporal no de la impresión de ser el estereotipo de sabio como
los que generalmente se conocen o se publicitan, en él se da la viva expresión
de lo Esencial.
La referencia según la cual Dios es amor, con todo lo
que se le agrega, es un desafío para un realizado que se supone estar más allá
de todo dualismo y por tanto, dado que el amor parece presuponer dualidad, se
piensa que "debería" estar también más allá del amor. Lo que se
ignora es que un realizado es un exponente vivo del amor.
Si existe un camino hacia el saber, este
es el amor, y hasta que no hace su aparición, no se puede hacer nada mejor que
seguir el camino de la devoción. El amor es una preparación y debe desapegarse
de su especificación en cuanto se está viviendo en la realización. El caminante
sincero no guarda el amor sino que cumple con distribuirlo a los otros, como
una expresión de ser uno mismo, como paz y amor; no un amor artificial o plástico
como obligación, sino el sentir profundo de amor profundo. (R.Malak - Resplandor No Dual - 11.15)
Darse cuenta de que la conciencia es el trasfondo de
toda actividad mental y percepción sensorial, provoca el impulso a ser
consciente de la propia naturaleza, con ello surge la quietud de la conciencia
esencial. R.Malak
... si arrojamos una piedra a un estanque de
aguas quietas, de inmediato las ondas emergen y principian, aparentemente, a
viajar hacia afuera desde el centro mismo de donde se causó el disturbio.
Así podemos relacionar la tranquilidad con
las aguas quietas que son interrumpidas por la ilusión y la decepción. Estas
aparecen cuando consideramos que las ondas tienen una existencia separada del
agua, o que la experiencia es distinta del experimentador, en lugar de
comprender que las ondas son agua, y que las experiencias y el experimentador
son uno y lo mismo. Así como el agua elabora la ilusión óptica de las ondas, el
pensamiento crea la ilusión del pensador como individuo. (R.Malak - 12.11 - Reaplandor No Dual)
Nosotros queremos, generamos y somos a cada instante, todas las cosas en la unidad de la conciencia, movidos en el nivel de nuestro Ser, donde todo fluye en libertad, donde cada pensamiento y percepción nace y se despliega, donde el sentido de sí mismo es uno con el presente activo. R.Malak
7.19 ML: ¿El presente activo es lo que ocurre en el ahora?
R.Malak: No hay que confundirse con los
eternos buscadores que acumulan conocimiento, aunque sea conocimiento
espiritual, ya que ellos aspiran a recibir algo, siendo esa su principal
dificultad, pues mientras dirijan la búsqueda hacia las formas que nos rodean
no se darán cuenta de la realidad por muchos eones que pasen. En cambio, la
persona seria reflexiona en las cosas con tanta lógica como le es posible, así
también recurre a la inteligencia esencial, no de una manera casual, sino
asiduamente. El uso de la inteligencia esencial consiste no solamente en saber
cómo utilizarla, sino también en cuándo hacerlo. Lo esencial fluye momento a
momento en un instante eterno, sin tiempo. Saberlo es dejar de aferrarse a la
historia.
El presente activo generalmente es
confundido con el contenido y por eso sólo se experimenta el yo soy o el
presente activo suavemente, indirectamente, no a través de los contenidos de la
vida, sino siendo consciente de que los contiene. En el ahora puede estar el
flujo de pensamientos y toda la estructura presente que va filtrando lo que se
ve paso a paso. En el presente activo hay observación sin juicio y la
inteligencia esencial se ha hecho cargo del acontecer.
En el presente activo hay una vivencia,
hay un conocer inmediato, es un fluir de comprensión, un fluir de atención
contemplativa respecto de aquello que está aconteciendo, es evidente. Estar
atento es una condición inherente a todos; sin embargo, la posibilidad de
permanecer atentos sin inmiscuir la historia mientras fluye el deleite sobre el
objeto radicado en el aquí en el ahora, pasa a ser una posibilidad complicada
de experimentar para la gran mayoría, ya que la costumbre arraigada es usar el
filtro de los procesos mentales que se mueven en el tiempo, es más adecuado
vivenciarla porque no es posible acumularla en la memoria como referencia
futura.
7.20 ML: ¿En qué sentido lo que mencionas sobre el presente activo puede
liberar de las ansiedades de la vida?
R.Malak: La ansiedad está causada por el
peso de todo lo que es superfluo, el peso de la comida, la bebida, del sueño,
de la charla banal, todo esto, al igual que la gravedad de la tierra, nos
empuja hacia abajo. Intentar liberarse a sí mismo de este peso, cansa por el
esfuerzo permanente. Además hay ataduras, deseos, posesiones, amor de la
familia y de los hijos, los cuales atan inevitablemente a lo cotidiano. Se hace
necesario confiar en que la observación fenoménica y el razonamiento empírico
no son lo más adecuado como guía para conocer la naturaleza de la realidad.
Tenemos que utilizar el aspecto de la
conciencia esencial que nos permite hacernos conscientes de nosotros mismos, es
decir, de aquella realidad de la cual, como individuos, formamos parte. Para
estar totalmente abiertos a lo desconocido, para hacer el corazón más liviano,
hay que dirigir la mirada a lo Divino. Nosotros queremos, generamos y somos a
cada instante, todas las cosas en la unidad de la conciencia, movidos en el
nivel de nuestro Ser, donde todo fluye en libertad, donde cada pensamiento y
percepción nace y se despliega, donde el sentido de sí mismo es uno con el
presente activo.
Después de varios meses de intercambios (con R.Malak) fue surgiendo la idea de hacer este libro. Desde un principio R.Malak fue muy
claro en que él no tenía ninguna intención ni deseo de hacerse conocer ni de
salir de su anonimato. Por esto la idea de hacer un libro se fue haciendo
tangible debido a mis insistentes peticiones, hasta que él por fin accedió, tan
sólo bajo la condición de que yo me ocupara de editarlo, publicarlo y responder
ante las consecuencias posibles de tal empresa. Con tal de que su mirada pueda
ser captada por muchos para su buen provecho y la luz de esta comprensión sea
difundida en la mayor proporción posible, accedí a sus condiciones sin ningún
miramiento.
R.Malak: La observación sin juicio provoca el silencio de la mente y la liberación de la ignorancia de si mismo. No es que haya algo que buscar o que haya nada que buscar porque ambas cosas no tienen sentido. Observación sin juicio es un instante sin tiempo, no es algo que se experimente. Es colocarse en la fuente misma, fuera del lenguaje, por ello la mente se silencia. Cuando la observación se desglosa en observador y objeto observado, parece que se rompe la unidad. Todo lo observado o percibido está formado en la conciencia, es un objeto, una construcción formada por la mente. La realidad la hemos fragmentado en dos y no podemos sentir la belleza y la armonía de la unidad, se nos escapó, por tanto la observación sin juicio no da espacio al observador ni a lo observado. Si aceptamos un concepto nos detenemos allí, atrapados en el lenguaje. Aquí, en la observación sin juicio, no se hace nada y todas las incógnitas se resuelven.
Una característica de la observación sin juicio es que la comprensión que se deriva de ella es progresiva. Cada nueva vivencia se inicia allí donde finalizó la anterior. No hay espacios no aclarados, sino un permanente despliegue. Una pantalla que desenvuelve la comprensión, que reaparece justo donde quedó, horas o días más tarde, y las impresiones de comprensión se reanudan exactamente en el mismo sitio donde se detuvieron anteriormente. Nada permanece incompleto o sin aclaración, tampoco va hacia atrás. En el estado de conciencia esencial no hay un giro o reversa.
Después de 4 años revisando, releyendo, compartiendo, los contenidos de este libro que escribimos junto a R.Malak, siento mucha alegría tanto por la acogida que ha tenido, como por lo que su lectura produce en mi. Cada vez que leo cualquier frase quedo encantada, me reducen a lo esencial y aprecio enormemente lo que se señala, cada vez más, cada vez con mayor madurez, ampliando la comprensión. Ayer, tras esta paulatina revisión, fue publicado para Kindle, lo que permite disfrutarlo en más formatos de lectura electrónica. Espero lo disfruten!
26.1 ML: Se mencionan varios aspectos relacionados con el darse cuenta
inherente a la realización, como son conciencia, observación, percepción y
atención, entre otros. Esto genera cierta confusión puesto que algunas veces se
usan de manera indistinta estos conceptos para referirse a la realización de la
realidad ¿Podrías explicar qué se entiende por atención y en qué forma se
relaciona con el desenvolvimiento de la realización?
R.Malak: Constatamos la realidad al darnos cuenta. La atención es fundamental para el caminante de la senda. Con esta herramienta intuye una realidad aparte de lo cotidiano, la atención como medio, puntal de indagación, reflexión y experimentación. La conciencia es eso en lo que se manifiestan muchas situaciones y distintas formas. Al saber qué es la Vida y de qué estamos hechos, tenemos que comprender que la conciencia, que es lo que permite darnos cuenta, nos habilita para que aprehendamos la realidad. La atención permite buscar la verdad más allá de las apariencias. La atención, aparte de lo que se entiende por ella, se va convirtiendo en algo cada vez más valioso, descubriendo el sentir más profundo e íntimo. Allí se vivencia la atención en otra dimensión.
La atención es básica en el sendero de búsqueda de la verdad. Con ella, de forma sigilosa y respetuosa, sensiblemente, el caminante experimenta que la atención es imprescindible, aunque en ciertos momentos, en la mente pensante, suponga que no es importante. La atención es el medio usado por el buscador y es el fin en si misma, cuando el caminante desaparece como una identidad individualizada por el ego, y se reconoce a si mismo como el sostenedor de la atención, más allá de toda dualidad sujeto-objeto.
1.9 ML: Esta
observación parece algo inalcanzable. Uno se observa como separado de la
totalidad y parece ser ajeno a esta presenciación. En base a las ideas que
tenemos, solemos catalogar, discernir, separar, en fin, juzgar lo que
observamos y no accedemos a un mirar libre, ligero, plácido. ¿Por qué?
R.Malak: Cuando dirijo mi atención para certificar el
nivel de comprensión, observo que se queda inmóvil, silenciosa, y me pregunto
¿qué soy en suma? Existencia sin duda, soy la conciencia esencial y el reflejo
como conciencia centralizada. Centralizada en el cuerpo-mente-emoción. Solo que
se desconoce del ser esencial porque estamos permanentemente vueltos hacia
fuera, a la periferia.
Con la conciencia centralizada se aprende que esta
sostiene una cosa por vez. Esa característica provoca que se produzca la
identificación. Por ejemplo, sí privilegio lo sórdido, la armonía recoge lo
similar en vibración, y de igual manera cuando la atención es fijada en lo
bueno y santo, el proceso es similar. Esa condición determina cómo nos
presentamos hacia lo exterior. La atención, al ser fluctuante, se queda pegada
a veces en lo cotidiano y ocasionalmente en lo interior, de forma alternada.
Cuando se produce una insatisfacción con todo, sobreviene una investigación que
nos impele a descubrir la verdad.
El pensar es juzgar. En el instante en que uno piensa la
mente se mueve como un tren de datos, acarreando todo un pasado y proyectándose
al futuro. Por esa propiedad la mente se transforma en constructora del yo
virtual o funcional, su foco es exclusivamente hacia lo exterior. La mente es
llamada por diferentes nombres: mente, intelecto, memoria, etc., como
consecuencia de la diferencia en sus modos, y no debido a ninguna diferencia
real. El pensar es evaluar, es juzgar, no es posible pensar sin evaluar. ¿Cómo
voy a pensar en una flor sin evaluarla? En el instante en que comienzo a pensar
diré que es bella o que no es bella. Tendré que emplear alguna clasificación
porque el pensar es clasificar. En el instante en que he clasificado una cosa,
la he etiquetado, le he puesto un nombre, he pensado sobre ella.
Percibimos la existencia a través de este vehículo de
percepción y expresión y por todos los sentidos que tiene, el cual construye
una existencia como si fuera un reflejo en un espejo, mientras la existencia
real se muestra para el que quiera ver. Pensar es imposible si uno no juzga. Si
no juzgas, entonces permaneces simplemente consciente, pero no pones a
funcionar la máquina del pensar. Los antiguos sabios comparaban la mente con la
llama de una vela expuesta a una corriente de aire, vulnerable a todos los
vientos de las situaciones del día a día, así parpadeante, inestable y ávida,
siempre involucrándose en problemas que no le competen; con ello se provoca un
gasto permanente de energía en su constante proyección hacia afuera. Se puede
mencionar, como otro ejemplo, que la mente es como un mono encaramado en un
árbol, brinca incansablemente de rama en rama. Esta cualidad es conocida como
el salto del mono, y se dice así por la tendencia a aferrarnos a nuevas
identificaciones tan pronto hemos abandonado la anterior, como un mono que solo
suelta una rama cuando ya se ha asido a otra.
13.1 ML: ¿Podrías
expresar algo acerca de la emoción?
R.Malak: Se observa que la emoción juega un papel
importante en la vida cotidiana. La mente muestra características que van desde
la agitación extrema hasta su contrario que es la inercia o adormecimiento,
como un movimiento alternado y pendular, pasando por momentos intermedios de
paz y calma, influyendo en el organismo psicosomático y produciendo
manifestaciones emocionales. A su vez, la mayoría de las actividades, físicas o
intelectuales, se sostienen con la emoción, de manera que se genera una
circularidad de mente, cuerpo y emociones. Por lo tanto es adecuado conocer el
movimiento emocional, solo que la importancia de este conocimiento no es
trascendente, aunque sí lo es conocer la influencia que tiene sobre nuestra
comprensión.
El que camina por esta senda, a diferencia de los
religiosos de las distintas corrientes, se mueve con naturalidad en el mundo,
sin restricciones impuestas por códigos dogmáticos. El que está en realización
podría estar feliz, colérico, triste, alegre, sarcástico o amable, y presentar
una variedad de emociones, sin que deje de reflejar la luz interior que
expresa. Su mente se presenta con toda armonía, completa de conocimiento, y a
través de eso mantiene el contacto con lo cotidiano. Para él, incluso los
deseos son plenos de pureza, porque no hay hacedor, solo está la acción.
13.2 ML: ¿Puedes
indicar un poco más qué son las emociones y cómo se manifiestan?
R.Malak: En el flujo de las emociones resulta
particularmente útil conocer las manifestaciones del ego, ya que estas
influencian enormemente a las personas, y pueden producir como efectos, todos
los ámbitos del espectro emocional, pasando desde el abatimiento hasta la
exaltación.
La emoción es la respuesta del cuerpo que muestra si el
estímulo recogido favorece la expresión, así provocando una sensación positiva
(alegría, armonía, paz, etc.) o si no la favorece, mostrando una emoción
negativa (tristeza, angustia, etc.). En estos movimientos se apoya el ego,
manipulando para atraer a aquellos que desea, o por el contrario, rechazando a
aquel que se le opone. Generalmente los organismos disponen de la emoción para
ubicarse, a modo de orientación, en cada enfrentamiento; se buscan las
favorables a la supervivencia, positivas, y se alejan de las no favorables para su supervivencia, que se
llaman negativas, lo que nos demuestra que es un mecanismo indispensable que
poseen todos los seres vivos para orientarse.
13.3 ML: ¿Las
emociones nos pueden inducir a la realización?
R.Malak: Estar en realización es no estar en la
ignorancia. Cuando tomamos el mundo como real y el Sí Mismo de uno como irreal,
eso es ignorancia y causa el sufrimiento. Por otro lado, las emociones se
detectan por un flujo de comportamientos corporales externos e internos que
algunas veces duran unos momentos y otras veces se convierten en estados
anímicos más duraderos. De acuerdo a la tradición oriental se dice que la mente
es acompañada por seis enemigos llamados lujuria, ira, locura, envidia, miedo e
ilusión.
Algunos de estos están íntimamente relacionados con las
emociones. Mientras estamos en el cuerpo y tenemos la sensación de identidad
con el cuerpo, la frustración es inevitable y aparecen las emociones en
general. Sólo cuando uno se conoce a sí mismo como enteramente ajeno al cuerpo
y diferente de él, uno encuentra respiro ante el temor constante que nos
aquejaba. Cualquier emoción que surge suele ser interpretada por la mente
generando una historia alrededor de ella, apegándose, y con esto produciendo
sufrimiento, y por otro lado, la podemos entender como una de las ventanas con
que, mediante la conciencia centralizada o ego, se observa el mundo cotidiano.
Estas ventanas son conocidas como los filtros: cuerpo-mente-emoción, y por ese
medio hacemos-pensamos-sentimos. Distinto a todo esto es estar en realización,
que es conocer el sí mismo como la única realidad; es liberación, paz y gozo,
siendo todo lo demás temporal y transitorio.
13.4 ML: ¿Cómo se
originan las emociones?
R.Malak: Ya dije que las emociones son comportamientos
originados por causas, sean estas internas o externas; incluso, aunque el
estímulo ya no esté, las emociones pueden permanecer. Son situaciones
psicológicas complejas con aspectos fisiológicos o sociales. Las emociones son
presenciadas como efectos que ocurren dentro del organismo cuerpo-mente. Surgen
como una reacción del cerebro, debido al condicionamiento y los recuerdos, a
algo que es visto, olido o escuchado, y sentido. Los seres vivos, con su
sistema nervioso experimentan diversas emociones que llevan a distintas
conductas: asombro, miedo, disgusto, tristeza, ira, alegría, esperanza, etc.,
que hacen que haya respuestas a los estímulos ambientales en conjunción con
nuestros deseos y proyecciones, con lo que sucede el flujo de adaptación, ya
sea en forma armónica o en forma desequilibrada.
Lo que complica a las personas son las emociones
destructivas, ellas aparecen y ejercen fuerza para ser atendidas, produciendo
el sufrimiento que se da como efecto. La emoción, como sensibilidad y
percepción psico-fisiológica produce la sensación de existir, lo cual confunde
y hace que se tienda a suponer equivocadamente que el organismo cuerpo-mente es
el verdadero Ser.
2.3 ML: ¿Dices que
no está claro por qué aparecimos desde lo Absoluto?
R.Malak: Esta senda impulsa a abrirnos hacia el
interior, recuperar la libertad y aprender por qué la perdimos y cómo fue que
nos llenamos de ignorancia. No se trata de una cuestión intelectual, sino que
apunta a salir de la confusión y el falso juicio, para luego encontrar el medio
o los medios de liberarnos o darnos cuenta que jamás hemos estado prisioneros.
Desde los tiempos pretéritos se menciona que estamos buscando lo perdido. Eso
que se ha perdido es señalado de distintas maneras, y la mayoría de las veces,
en vez de salir del bosque de errores, más nos adentramos al empaparnos de
doctrinas y dogmas.
Somos conciencia que se asoma de lo Absoluto y este se
manifiesta de dos maneras generales, una es plenitud y la otra es vacío. A
pesar de ser uno, se manifiesta en forma dual, y quedamos cubiertos o vestidos
de ilusión. Esta conciencia o eseidad está sujeta al tiempo y al espacio, es
inestable e intermitente, se mueve en el columpio del pasado al futuro, del
recordar al planificar, asociando y relacionando cosas a través del yo virtual
que le da sentido a la vida. No recordamos cuándo nos vestimos de carne, desde
el punto de vista del devenir relativo lo más probable es que haya sido en el
momento en que estábamos en el vientre de nuestra madre; allí salimos de la
condición del estado de "sin atención" para estar en el umbral entre
ser conciencia esencial y conciencia centralizada.
Comienza la expansión del pensamiento y a asentarse el
mundo periférico. Aunque no es bueno ni malo, sí puede tornarse destructivo al
estar exclusivamente dirigido el proceso mental hacia lo exterior. Esta forma
es el estado habitual de la mayor parte de las personas. El regreso es morar en
lo más alto, en lo Absoluto, desde donde no hemos salido en realidad.
11.3 ML: ¿El que
está en realización puede provocar la realización en otra persona?
R.Malak: Deshacerse del error es estar en realización,
lo opuesto es la ignorancia. Estar en el error provoca sufrimiento, lo que
termina cuando se reconoce el si mismo. La respuesta es: sí se puede, con
paciencia es posible dar algo a las personas, aunque más que dar se trata de
revisar la carga que cada cual trae, intentando con comprensión que cada cual
vaya aligerando el peso innecesario. A veces el que está en la realización
puede hablar desde la emoción y agitarla en las personas, esto puede ser
estimulante y provocativo, pero esa energía no permanece. Para el objetivo
último de ayudar, se desprende que no es útil despertar una emoción que solo provoque devoción.
En su lugar, es más conveniente propiciar la
auto-evidencia de la verdad que los estudiantes puedan encontrar por ellos
mismos, en y a través de sus propias experiencias. Aunque la realización no es
una experiencia, es detectada por cada cual en forma vivencial directa. Los
maestros apuntadores son los encargados, como espejos, de mostrar los propios
movimientos. Ocasionalmente el que está en realización comparte su comprensión
con un poder que elimina la ignorancia. No son las palabras que dice, ni cómo
las dice, sino a quién las dice, por qué las dice y el momento en que las dice.
Ello, propiciando un salto de umbral en la observación, despejando el apego a
toda creencia, y dejando al aspirante a los bordes de la realización, de manera
que el próximo paso dependerá, ya sea de la disposición a entregarse, o de la
resistencia mental que ofrezca.
25.7 ML: ¿En qué se diferencian los conceptos a los que apuntan la palabra Maya y la palabra Lilah?
R.Malak: Hay varios modos de entender la ilusión. En primer lugar, suponer que somos productos de un creador y permanecemos independientes del resto de la creación. Eso es Maya. La emanación creativa de lo Divino, la manifestación de Dios alusiva a una obra teatral, es Lilah, y el mundo es considerado su escenario. Otra versión es considerar al mundo y a mi mismo como productos, y se plantea que volveremos a la fuente desde donde procedemos. Mientras nos creemos diferentes de la fuente, manteniendo una especie de independencia de ese creador, es Maya, y saber que a pesar de estas apariencias ya estamos en la fuente de donde nunca salimos, es Lilah. Otra posición más cercana es la que plantea que como individuos somos una ilusión que se proyecta en la conciencia esencial, y que se mantiene la ilusión de ser los hacedores de las cosas. Nuevamente la ilusión es Maya y saberlo es moverse en Lilah.
Se toman estos conceptos como la realidad, como si con ellos se pudiera expresar y apresar la Verdad, de ese modo se confunde el mapa con el territorio. Al identificarnos en la ilusión (Maya), el mundo es llamado mundo, y visto tal cual se presenta a nuestro propio ego, un mundo egoísta y sórdido. En cambio, cuando hemos entendido el juego, se vuelve grandioso y es llamado “el juego de Dios” (Lilah). Cuando confundimos las miles de formas de lo Divino con la realidad, cuando está presente el sentimiento de ser el hacedor de cualquier comprensión o esfuerzo, sin percibir la unidad del Ser que da base a todas estas formas, estamos bajo el encanto de la ilusión, también llamada por algunos como la “hipnosis Divina”.
25.6 ML: ¿Podemos liberarnos de la ilusión llamada Maya?, ¿qué es lo que la impulsa?
R.Malak: Hemos considerado real a lo que es irreal, por tanto debemos abandonar esta actitud, no solo desde un punto de vista racional, sino efectivamente como vivencia. La ilusión o Maya se refiere a considerar real al conocimiento de lo manifestado y ese conocimiento no es confiable, debido a su impermanencia, para darnos una señal de la realidad esencial. En cambio, no tenemos conocimiento de lo no manifestado, ya que considerándonos sujetos conocedores, sólo lo impermanente puede ser conocido.
De este modo, desde el instante en que damos realidad a nuestra idea de yo, el primer pensamiento “yo”, estamos constantemente creando la ilusión. Podemos comenzar a conocer y desmontar la estructura que hemos construido con la mente, este es un modo del caminante en el sendero. Lo que fue construido por las ideas de la mente, es la misma mente quien debe deshacerlo. De ahí la importancia del discernimiento y la indagación. Luego la misma mente debe regresar a su origen, antes de toda idea de yo.
Lo que nos impulsa a la ilusión primero es el cuerpo, nos identificamos con lo corporal; segundo la sociedad, nos impulsa a asumir un rol y a comportarnos como seres funcionales; tercero los logros, tienden a que nos confundamos con nuestras realizaciones; cuarto la cualidad de la mente de guardar información en la memoria, los recuerdos me llevan a que acepte mis experiencias pasadas configurando así el ego; y quinto el carácter, asumo qué soy por la manera de comportarme. Cuando se reconoce que estas estructuras son ilusiones, al aceptarlo, le damos sentido al juego de lo Divino que se conoce como Lilah. Como jugadores es preciso reconocer nuestro modo lúdico, no tenemos que crear nada nuevo ni conseguir nada que no tuviéramos antes.
21.9 ML: ¿Cómo se da la comprensión que nos saca deMaya, o la ignorancia, para ver nuestra naturaleza Divina?
R.Malak: De lo indescriptible no es posible determinar sus características ni atributos, y la ilusión, Maya, no tiene ninguna existencia real. Está dentro de nuestra naturaleza aspirar a la comprensión ya que se trata de nuestro origen y nuestro destino. El mundo como tal no existe y el objetivo de la vida es realizar la conciencia esencial. Si estamos en el laberinto de la confusión, se necesita un anclaje fundamental, y desde allí nos sustentamos para determinar el error y descartarlo. Por eso se tiene que saber con tranquilidad dónde estamos ubicados sin por ello perder la nobleza de mirar qué somos.
La no-dualidad es compatible con la devoción, como expresión de amor y de relación, así como es perfectamente compatible con la dualidad, las diferencias y dimensiones, lo que se verifica cuando la comprensión brilla. La manifestación es el despliegue de lo absoluto, y la irrealidad, Maya, está implícita en las ideas confusas. Si el mundo se toma como conciencia, es siempre real. La mente o racionalidad, el cuerpo o sensibilidad, la emoción o sentimiento, no pueden captar la realidad no dual, por tanto hay que regresar al dominio del Si Mismo que contiene estas percepciones y las testifica, para trascenderlas y entonarse en lo infinito. El Ser es la verdadera realidad de nuestra existencia: en el Ser vivimos, en el Ser nos movemos, en el Ser mora nuestro sí mismo.
20.14 ML: ¿Cómo podríamos comprobar que somos conciencia y llegar a la certeza en la búsqueda?
R.Malak: Revisemos en dónde radican nuestras certezas. Para todos es claro que conocemos el mundo y nos conocemos como persona que vive en este mundo. Las personas son muchas, pero el si mismo es lo esencial en cada uno, y este común denominador es la constante permanente que permite hacerse consciente tanto de si mismo en cuanto a forma presente, como del mundo.
Sin tomar conciencia del mundo, ¿dónde está este mundo? Por más vueltas que le demos, siempre está en nuestra mente, donde hacemos reconocimiento de él. El si mismo es eso inefable que conoce, y al reconocerse a si mismo como centralización en el cuerpo, en la forma, conoce a su vez el mundo mediante la percepción o conciencia. Reconociéndose como forma, aparece el primer pensamiento "yo soy" y de ahí se sostienen todos los demás pensamientos.
El sentido de pertenencia y de ser un pensador, el sentido de ser una entidad que se adueña de los pensamientos construye el ego. Este ego-mente pasa por tres fases alternadas y transitorias, características de la centralización de la conciencia. Estas son: la vigilia, el estado de sueño con sueños y el sueño profundo.
Una evidencia de cómo aparecen y desaparecen tanto el ego como el mundo periódicamente, es darnos cuenta de cómo cuando se despierta a la vigilia desde el estado de sueño, el ego brota con toda la fuerza, se identifica con el cuerpo y ve el mundo. Del mismo modo, al sumergirse en el estado de sueño con sueños, se pasa a un estado en que el mundo se transforma en una condición de percepción de relaciones subjetivas, con un ordenamiento en base a estructuras que en la vigilia se desconocen. Luego, al sumergirse más profundamente en un estado de sueño sin imágenes, todo mundo desaparece junto con la identidad. Es un estado de plenitud que todos añoramos para nuestro descanso. Los tres estados pertenecen al movimiento de la mente.
Por tanto, el cuerpo y el ego surgen juntos y desaparecen de igual modo junto con el mundo. Hablar de creaciones mentales finitas se torna inadecuado, porque no somos el ego, sino que somos el sí mismo. Al encontrar el origen del ego se encuentra el si mismo, dado que al detectar la ignorancia y descartarla, la duda no persiste; el ego, el mundo, son parte de la ilusión. Sabemos que lo Divino se manifiesta de manera infinita, y que no se puede ir a lo desconocido por medio de lo conocido, tampoco se puede comprender racionalmente los aspectos de formación mental de lo Divino.
Teóricamente se puede vaciar el mar océano con un balde, solo que no habría lugar donde colocarlo. Conociendo la formación mental humana, y desapegándonos de los pensamientos, hacemos que la identificación se diluya en la fuente, que es la conciencia esencial. La mente estructuradora forma parte de la manifestación no separada de lo Indescriptible.
R.Malak: Se recomienda abandonar el apego a lo irreal y lo real se presentará en forma natural, rápida y suavemente. Se recomiendan las enseñanzas de los maestros y de los realizados como ayuda secundaria, siendo lo esencial el contacto con el Maestro. De ese modo, al dejar de apegarse a la imagen que tenemos o de lo que hacemos, la comprensión de lo que somos aparece como la fuente y los frutos del corazón que se despliega ante nosotros. La búsqueda de lo Absoluto es un concepto, hay que entender eso ya que somos lo Absoluto, de ese modo vendrá una gran alegría y gozo y amor que no es una situación buscada, sino que es un modo que hace que todas las cosas sean dignas y amables.
Al dirigirse o enfocarse a lo Divino uno se transforma en uno con Él. No hay separación entre lo Divino y el devoto. El acercamiento se produce cuando se han dejado de lado las diferencias y exigencias del ego, eso implica el fin de la ilusión y la ignorancia. Por eso hay que comprender que los deseos son obstáculos que colocan el objeto de búsqueda como algo lejano, pero el sí mismo está siempre presente. Se trata solo de tomar conciencia de ello y las dudas se diluyen.
La conciencia no es un objeto que permita ser observado, ni por nuestros sentidos, solo es nuestra atención que se revela a si mismo, somos la conciencia. Al retirar la atención de los objetos conocidos sobreviene plena de auto iluminación. En cambio los estados de sueño profundo, de sueño con sueños y de vigilia están relacionados con la conciencia centralizada y su ingerencia es del ego. A través de la "Observación sin juicio", como elfactor mismo de la observación, se muestra al observador y a lo observado como una unidad. La naturaleza del ego y la conciencia centralizada es la debilidad y estrechez de la mente y su tendencia a pasar por alto lo sutil y a enfocarse con exclusividad en lo fenoménico.
4.8 ML: ¿Cómo darnos cuenta de la realidad? Aparece como algo muy difícil.
R.Malak: Se habla de que la comprensión es difícil de lograr y poco común. Las doctrinas afirman eso en sus bases escritas, pero a mi juicio debería ser más común. Morar en el sí mismo es comprensión. Si se piensa, si se racionaliza, si se discrimina acerca de nuestra identidad, eso es fraccionarse, por tanto, alejarse. La mente es el movimiento de la conciencia y se expresa por los pensamientos. La conciencia, cuando no utiliza vocablos, es emanación pura de lo esencial, es el Todo, lo Absoluto. Cuando la conciencia se centraliza y se mueve en la mente con pensamientos, con conceptos, es la manifestación de la inteligencia finita o individualidad. La comprensión es accesible a toda la humanidad, no es nuestra responsabilidad si los entendidos son incapaces de hacerla mas fácil y de dar las indicaciones adecuadas. Su trabajo como apuntadores es ineficiente. Darnos cuenta de la realidad, es saber que somos conciencia, y eso es todo.
La realización no es algo que debemos conseguir, ya está, es nuestro trasfondo. Al retirar lo que cubre el trasfondo, las ideas, los conceptos, las ideologías, falsos juicios e ignorancias, solo queda la bienaventuranza, la felicidad. Los esfuerzos deben apuntar a eliminar esas dificultades que nos inducen a identificarnos con el cuerpo-mente-emoción y queda el sí mismo, lo único que existe.
4.7 ML: Entiendo con esto que, al haber comprensión y aceptación, no de los problemas en si, sino de su causa, que es el ego, estos se diluyen. ¿Serviría comprender cada problema, o es más bien cuestión de comprender la causa raíz de todo ello?
R.Malak: La comprensión de la causa de los problemas se obtiene a través de darse cuenta de sí mismo, pero no un saber racional sino intuitivo, que se presenta como la armonía, que se devela a través de la propia vivencia y nadie puede ayudarnos en este camino, a lo más pueden mostrarse como letreros que apunten la ruta a seguir. La decisión final es nuestra, incluso ni siquiera tenemos la posibilidad, como forma, de escoger salir de la ignorancia, incluso uno no busca un apuntador, éste aparece a nuestra comprensión como gracia. Las filosofías podrán discutir acerca de la realidad del mundo, o de la certeza de que el mundo tiene consistencia, incluso habrá algunos que afirmarán que el mundo es una ilusión, pero a la hora de verse afectados por algo que consideren injusticia, o que atente contra su estabilidad física o emocional, se enojarán con uno. El mundo no es una ilusión en el sentido de irrealidad; es un espejismo, al igual que el agua que se ve a la distancia es solo aire caliente que sube. Ver al mundo como ilusión es un concepto, de igual modo que verlo como espejismo. El único modo de tener la certeza de que no es real como algo autónomo, es trasformándonos en lo Real, pero eso es imposible desde la forma, ya que la imagen reflejada no puede acceder a la forma que se refleja. Certificando lo real que somos es el único modo de constatar que uno nunca ha sido un reflejo, y de allí viene la felicidad que es nuestro estado natural.
8.4 ML: ¿Qué es el maestro espiritual que regularmente se menciona en textos sagrados?
R.Malak: Son personas que, por sus vivencias y quizás también por sus estudios de filosofía o religión, y por su dedicación y pensamiento, se pueden considerar como maestros. Ellos, mística y espiritualmente, han tenido una experiencia que hace que los consideremos de ese modo. Su conexión con lo absoluto, Divino, está presente y manifiestan una unidad con la Realidad. Como resultado de tal manifestación muestran iluminación en lo que expresan y contienen en si mismos una percepción clara sobre las personas, lo Divino, la naturaleza y el Todo. Desenvuelven facultades y talentos que para otros están muy adormecidos. Generalmente estos maestros trascienden los diversos aspectos de caracteres, idiomas y razas, incluso pueden presentar en formas diferentes su orientación, aunque si revisamos profundamente lo que señalan, en su esencia no ha cambiado a lo largo de miles de años.
Esta obra tiene una sola aspiración: mostrar una senda para desenvolver la realización. Procura además poner puntos de vista sobre ciertos principios indispensables. Revisar ciertos principios a la luz de una mirada distinta a la habitual constituye un reto enorme, pues hay que lidiar con ciertas discrepancias que postulan los distintos dogmas, considerando que el dogma es enormemente perjudicial para el estudiante que comenzó en la senda. Las filosofías místicas tradicionales poseen muchos objetivos en común, uno de ellos es provocar en sus integrantes el resplandor de comprensión.
La metodología de este texto está construida sobre la base de principios místicos que iremos desplegando en este hermoso caminar por la senda. La principal característica es promover una observación sin juicio y propone espacios alternativos que conduzcan a desenvolver la realización del Ser. La tarea constituye entonces un modo de caminar en la senda como un proceso de despojarse de cuanto esté centrado en la persona. Este mirar nos vuelca hacia el sí mismo. Es abrirse paso hacia lo Esencial responsablemente, a nuevos modos de certeza libre, para vivir de cara a la vida plena.
Todos vemos que hay una crisis actualmente, no es económica, es existencial. Esto presenta la necesidad de buscar solución a los problemas que tenemos como colectividad o como individuo en particular. Hay preguntas que piden ser resueltas: ¿Por qué vivir? ¿Para qué vivir? ¿Quién soy? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hacer con mi vida? ¿Qué camino seguir? ¿Qué hacer para sobrevivir en este mundo tumultuoso?, cuestionamientos que se extienden desde el nacimiento hasta la muerte. En muchas culturas, y por milenios, estos temas han sido abordados. Nosotros, en este lado del planeta, igualmente buscamos un camino que nos ilumine y nos otorgue una voluntad de apertura y diálogo, sin por ello desarraigarnos de la sociedad y de su quehacer. Ya no queremos apoyarnos en creencias y dogmas, mitos o supersticiones, tampoco estamos dispuestos a propagar el ascetismo, ni la meditación en el sentido que se entiende como apego a los pensamientos, sino que más bien se requiere una mirada y el desenvolvimiento del sí mismo, que esté en el mundo cotidiano.
Observar sin juicio es iniciar el camino hacia nosotros mismos, hacia el riesgo de vivir auténticamente. Exige la sabiduría de dudar y de saber escucharse y escuchar. El secreto está en entregarse a la inteligencia que viene de la esencia misma como contacto con la vivencia en una actitud realista. Supone, no el cambio por el cambio, sino el cambio por el maduro intercambio con la realidad de dentro y de fuera de nuestra aparente individualidad. Está relacionado profundamente consigo mismo y comprometiendo y confrontando a uno consigo mismo. La vida trae consigo un conjunto de vivencias, aprendizajes, luchas, éxitos, fracasos, dentro de un espacio y en un tiempo determinado, donde se da la interrelación del día a día con el resto de los que nos rodean, sean familiares, amigos o conocidos, pasando por el transeúnte en la calle o en cualquier lugar. Una de las características del estilo del texto consiste precisamente en ayudar a los lectores a identificar el sí mismo y su participación en el mundo y a despojarse de cuanto responda a paradigmas más o menos circulantes apoyados en ciertas tendencias culturales que permiten acomodar al ego.
La vida cotidiana es lo común, habitual o esperado y nutre de respuestas, muchas veces contradictorias, a las dudas planteadas. Es una realidad interpretada que tiene significado subjetivo de un mundo compartido. Este mundo compartido nos ofrece un sentido de pertenencia y garantiza el desarrollo de un sentido de vida, por ser el mundo al cual estamos habituados a vivir en forma estable y rutinaria, fuera de posibles situaciones de riesgo, duda o incertidumbre.
La enseñanza didáctica pretende otorgar un saber exterior. En este caso pretendo ayudar a encontrar ese saber en sí mismo, hacer que cada cual descubra la verdad que radica en su interior. Esta trascendencia ha sido conocida a través de todas las edades por distintos nombres. Conocer ciertos principios que funcionan, por ejemplo el modo analítico de observar la realidad, tiene como soporte las palabras. El desarrollo de un sentido de la vida puede verse frustrado en la medida en que los anhelos o expectativas de vida no sean realizados o nuestros parámetros de vida, de seguridad y certidumbre sean afectados por situaciones de crisis donde no se cuenta con las herramientas adecuadas para afrontarlos. Nos hemos acostumbrado, para definir algo, a enunciar lo que lo distingue y lo convierte en característico, en resumen lo que define su identidad. Habiéndonos acostumbrado a pensar que una identidad es una cuestión de separación, por ejemplo que mi identidad reside en la manera particular como difiero de los otros, subrayando la diferencia como siendo lo esencial, la gente no ve las cosas tal como son, prefiere ver a través de sueños o ensueños.
Toda disciplina o grupo termina teniendo un estilo de manejar el lenguaje, que lo diferencia y le configura un conjunto de herramientas comunes con las que trabajar. El lenguaje del libro no es uno que termine excluyendo a los demás sino que abrirá la posibilidad de acceder al conocimiento profundo botando las barreras conceptuales. La presencia de un conjunto de sensaciones y cambios en nuestro día a día, surge como síntoma de un estado de frustración existencial que afecta nuestra vida, que algunos denominan vacío o pérdida del sentido de vida, un sentimiento de vacío interior y de incapacidad para sentir las cosas y los seres. Este texto está dirigido a los que ante esa situación se atrevan a dar el paso hacia su interior. Así, cualquier persona, entre niveles culturales muy dispares, podrá sumergirse en lo indescriptible que le es propio por derecho, de ser uno en el Sí mismo.
El lenguaje es sencillo y accesible porque se da cita en la experiencia universal de la relación, de los valores, de los sentimientos y abrirá el espacio a la inteligencia de la esencia o la verdadera inteligencia que va más allá de la inteligencia funcional o psicológica.