2.3 ML: ¿Dices que
no está claro por qué aparecimos desde lo Absoluto?
R.Malak: Esta senda impulsa a abrirnos hacia el
interior, recuperar la libertad y aprender por qué la perdimos y cómo fue que
nos llenamos de ignorancia. No se trata de una cuestión intelectual, sino que
apunta a salir de la confusión y el falso juicio, para luego encontrar el medio
o los medios de liberarnos o darnos cuenta que jamás hemos estado prisioneros.
Desde los tiempos pretéritos se menciona que estamos buscando lo perdido. Eso
que se ha perdido es señalado de distintas maneras, y la mayoría de las veces,
en vez de salir del bosque de errores, más nos adentramos al empaparnos de
doctrinas y dogmas.
Somos conciencia que se asoma de lo Absoluto y este se
manifiesta de dos maneras generales, una es plenitud y la otra es vacío. A
pesar de ser uno, se manifiesta en forma dual, y quedamos cubiertos o vestidos
de ilusión. Esta conciencia o eseidad está sujeta al tiempo y al espacio, es
inestable e intermitente, se mueve en el columpio del pasado al futuro, del
recordar al planificar, asociando y relacionando cosas a través del yo virtual
que le da sentido a la vida. No recordamos cuándo nos vestimos de carne, desde
el punto de vista del devenir relativo lo más probable es que haya sido en el
momento en que estábamos en el vientre de nuestra madre; allí salimos de la
condición del estado de "sin atención" para estar en el umbral entre
ser conciencia esencial y conciencia centralizada.
Comienza la expansión del pensamiento y a asentarse el
mundo periférico. Aunque no es bueno ni malo, sí puede tornarse destructivo al
estar exclusivamente dirigido el proceso mental hacia lo exterior. Esta forma
es el estado habitual de la mayor parte de las personas. El regreso es morar en
lo más alto, en lo Absoluto, desde donde no hemos salido en realidad.
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