jueves, 23 de agosto de 2012

Observación sin juicio



1.9 ML: Esta observación parece algo inalcanzable. Uno se observa como separado de la totalidad y parece ser ajeno a esta presenciación. En base a las ideas que tenemos, solemos catalogar, discernir, separar, en fin, juzgar lo que observamos y no accedemos a un mirar libre, ligero, plácido. ¿Por qué?

R.Malak: Cuando dirijo mi atención para certificar el nivel de comprensión, observo que se queda inmóvil, silenciosa, y me pregunto ¿qué soy en suma? Existencia sin duda, soy la conciencia esencial y el reflejo como conciencia centralizada. Centralizada en el cuerpo-mente-emoción. Solo que se desconoce del ser esencial porque estamos permanentemente vueltos hacia fuera, a la periferia.
Con la conciencia centralizada se aprende que esta sostiene una cosa por vez. Esa característica provoca que se produzca la identificación. Por ejemplo, sí privilegio lo sórdido, la armonía recoge lo similar en vibración, y de igual manera cuando la atención es fijada en lo bueno y santo, el proceso es similar. Esa condición determina cómo nos presentamos hacia lo exterior. La atención, al ser fluctuante, se queda pegada a veces en lo cotidiano y ocasionalmente en lo interior, de forma alternada. Cuando se produce una insatisfacción con todo, sobreviene una investigación que nos impele a descubrir la verdad.
El pensar es juzgar. En el instante en que uno piensa la mente se mueve como un tren de datos, acarreando todo un pasado y proyectándose al futuro. Por esa propiedad la mente se transforma en constructora del yo virtual o funcional, su foco es exclusivamente hacia lo exterior. La mente es llamada por diferentes nombres: mente, intelecto, memoria, etc., como consecuencia de la diferencia en sus modos, y no debido a ninguna diferencia real. El pensar es evaluar, es juzgar, no es posible pensar sin evaluar. ¿Cómo voy a pensar en una flor sin evaluarla? En el instante en que comienzo a pensar diré que es bella o que no es bella. Tendré que emplear alguna clasificación porque el pensar es clasificar. En el instante en que he clasificado una cosa, la he etiquetado, le he puesto un nombre, he pensado sobre ella.
Percibimos la existencia a través de este vehículo de percepción y expresión y por todos los sentidos que tiene, el cual construye una existencia como si fuera un reflejo en un espejo, mientras la existencia real se muestra para el que quiera ver. Pensar es imposible si uno no juzga. Si no juzgas, entonces permaneces simplemente consciente, pero no pones a funcionar la máquina del pensar. Los antiguos sabios comparaban la mente con la llama de una vela expuesta a una corriente de aire, vulnerable a todos los vientos de las situaciones del día a día, así parpadeante, inestable y ávida, siempre involucrándose en problemas que no le competen; con ello se provoca un gasto permanente de energía en su constante proyección hacia afuera. Se puede mencionar, como otro ejemplo, que la mente es como un mono encaramado en un árbol, brinca incansablemente de rama en rama. Esta cualidad es conocida como el salto del mono, y se dice así por la tendencia a aferrarnos a nuevas identificaciones tan pronto hemos abandonado la anterior, como un mono que solo suelta una rama cuando ya se ha asido a otra.

1 comentario:

  1. Un bello blog espiritual, felicidades :-)

    Te invito al mío:

    http://frasesdedios.blogspot.com.es/

    Juntos por el despertar de la conciencia.

    Un abrazo de luz.

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